miércoles, 19 de mayo de 2010

¿HASTA CUANDO TE DEJAS?

Durante 48 años de experiencia individual, he podido observar como las personas dejan pasar lo que desean en su vida por atender a la voz engañosa del ego. ¿Cuantas veces tu has dejado de hacer alguna cosa, que al pensarla te ha entusiasmado y te ha hecho sentir algo muy agradable, una emoción muy especial? Te aseguro que en más de una oportunidad, has sentido esta emoción placentera, tan solo en pensar lo que quieres hacer. Y…. ¿por qué no lo has hecho?, ¿recuerdas la última vez que sentistes esa emoción? Te surgió de manera expontanea una sonrisa en tu rostro, estuviste varias horas del día con una sensación de que algo especial y bueno para tu vida estaba por suceder. Y…. luego qué, todo desapareció, simplemente dejastes de pensar en eso, volvistes a pensar en lo que era tu vida antes o sería después de ese momento. ¿Por qué sucedió esto? Decidistes contarle, lo que te hacía sentir tan bien, a tu falso yo, el ego. Esa vocesita dentro de ti con la que conversas básicamente durante todo el día. Le contaste lo que sentías, y éste, como siempre a hecho, te empezó a poner los peros, que hicieron que fueras frustrando esa emoción y deseo de hacer aquello que habias pensado. “olvidalo por ahora no puedes”, “no creo que sea buena idea”, “ciertamente no es el momento porque no hay salud, no hay dinero, los niños, el trabajo, tu marido, tu mujer, tu casa……………”. Y de esta manera, el ego cumplia nuevamente su misión, dejarte atrapado(a) dentro de ti, con razonamientos limitados, y tapandote la posibilidad de que veas que ninguno de esos peros impiden el logro de tus sueños. Así que, por enesima vez, ese paseo, ese viaje, ese trabajo, ese curso, ese taller, esa relación, ese amor, esa vida, esa razón para mantenerte en un estado emocional placentero, queda postegardo hasta una nueva inspiración, que viviras por un tiempo limitado hasta que el ego te convensa de que no es posible. No vivas más el engaño de tu ego, lo único que necesitas para que tus sueños sean realidad, es decidir y dejar al ego hablar, observarlo y tomar la decisión por lo que sentimos en nuestro pecho, más allá de lo que nuestro ego con su visión limitada nos diga. No hay verdades absolutas, hay experiencias y creencias individuales, pero la suma de éstas entre todos los humanos producen infinitas verdades. Por lo que, asume tu deseo, atiende ese llamado de la intuición, no te plantees los cómo, simplemente di que sí, y deja fluir, sintiendo que ya tu sueño es una realidad en tu vida. Te asombrarán los resultados.

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